En mi reciente labor como profesora en
prácticas en el IES Bahía de Babel, he usado las herramientas propiamente
“clásicas” como la pizarra o el libro de texto que la maestra me
dio. En cierto modo, me he sentido cómoda con estas dos herramientas, ya que
creo que son las que me permiten un contacto más directo con los alumnos.
Mi tutora también hace uso del ordenador
y del proyector (todas las aulas tienen uno). Como los libros pertenecen
a la Editorial Anaya, a través de un código, se puede entrar en la página web y
tener el libro en versión digital. Con ayuda del proyector, se puede mostrar el
libro en la pared y, así, mostrar fácilmente a los alumnos qué tienen que
subrayar. Yo también usé el ordenador y el proyector para explicar una parte
del tema, sin problema alguno.
En otras clases, también usé fotocopias
para realizar actividades o para resumir una parte del temario y que los
alumnos pudieran estudiar con más facilidad. En el caso de las actividades,
miré varias páginas webs como la página de la RAE o blogs
centrados en la enseñanza de lengua y literatura españolas.
También me hubiera gustado hacer uso de los medios audiovisuales, en este caso, tenía intención de poner un fragmento de la película El Lazarillo para que los alumnos vieran un fragmento de uno de los tratados trabajados en clase, pero por falta de tiempo no pudo ser.
Por último, si los alumnos tenían dudas o
yo misma sobre algún tema entrabamos en la aplicación de la RAE para el
móvil, app que todos los alumnos tienen en su móvil.
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